TEJIDOS ANIMALES I
Un tejido (del latín texere = tejer) es un conjunto de células que cooperan para llevar a cabo una o varias funciones en un organismo. Para ello se relacionan entre sí mediante interacciones celulares directas o mediadas por la matriz extracelular.
Distintos tejidos se asocian entre sí para formar los órganos.
La histología es la rama de la biología (o medicina, si son tejidos humanos) que estudia los distintos tipos de tejidos.
A pesar de que las células que forman un organismo son muy diversas en forma y función, los histólogos han clasificado tradicionalmente a los tejidos en cuatro tipos fundamentales:
Tejidos epiteliales: Conjunto de células estrechamente unidas que tapizan las superficies corporales, tanto internas como externas, y que además forman glándulas.
Tejidos conectivos o conjuntivos: Agrupan a un variado tipo de tejidos que se caracterizan por la gran importancia de su matriz extracelular, la cuál en la mayoría de los casos es la principal responsable de su función. Se origina a partir de las células mesenquimáticas embrionarias.
Forman la mayor parte del organismo y realizan funciones tan variadas como sostén, nutrición, reserva, etc. El tejido conectivo se especializa en diferentes tipos cuya clasificación puede depender del autor.
Tejido muscular: Formado por células que permiten el movimiento de los animales gracias a la propiedad de sus células de contraerse.
Tejidos nervioso: Está constituido por células especializadas en procesar información. La reciben del medio interno o externo, la integran y producen una respuesta que envían a otras células.
TEJIDOS EPITELIALES
Los epitelios constituyen uno de los cuatro tejidos fundamentales de los animales. Están formados por células dispuestas de manera contigua, sin que exista prácticamente matriz extracelular, con lo que presentan una gran superficie de contacto entre ellas.
Las células epiteliales se organizan formando uno o varios estratos que descansan sobre una capa de matriz extracelular especializada denominada lámina basal. Bajo la lámina basal siempre aparece tejido conectivo.
Es característico también de los epitelios su polaridad, entendiendo por ello las diferencias morfofuncionales que presentan entre su dominio apical (orientado hacia la luz o hacia el exterior) y su dominio basal (orientado hacia la lámina basal).
Las funciones de los epitelios son muy variadas: protección frente a la desecación o la abrasión, filtración, absorción selectiva, transporte de sustancias por su superficie, y además pueden poseer células que actúan como órganos sensoriales, de secreción, etcétera.
Algunas de estas funciones son posibles gracias a la presencia de especializaciones celulares en sus superficies libres o apicales como cilios, flagelos y microvellosidades
El epitelio respiratorio posee cilios
El tejido epitelial recibe distintos nombres según donde se localice:
- epidermis: en la piel
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mesotelio: cuando recubre cavidades internas como la cavidad cardíaca, pulmonar o abdomen
- endotelio: el epitelio que forma la superficie interna de los vasos sanguíneos y linfáticos.
El tejido epitelial del interior de los vasos sanguíneos se llama endotelio
Además, los epitelios se nombran teniendo en cuenta el número de capas de células, la forma de las células de la capa más externa y si tienen o no especializaciones en su superficie apical como el pelo, las uñas o las plumas de las aves.
En algunas ocasiones las células epiteliales se agrupan y se especializan en la secreción de diversas sustancias. Hablamos entonces de epitelio glandular.
El epitelio no glandular se denomina epitelio de revestimiento.
Epitelios de revestimiento
Los epitelios de revestimiento forman una capa que tapiza las superficies externas (piel, pulmones o aparato digestivo) e internas (vasos sanguíneos, linfáticos y pleuras).
Los epitelios de revestimiento se caracterizan por poseer muy poca matriz extracelular y sus células están fuertemente unidas por complejos de unión.
Poseen una alta tasa de renovación celular debido a la proliferación de las células progenitoras presentes y a una muerte celular continuada.
Pueden poseer especializaciones celulares que les permiten ser receptores sensoriales y, según los organismos, desarrollar estructuras complejas como pelos, plumas o escamas.
Según el número de capas celulares que presentan y la forma celular de la capa más apical, se distinguen:
- Epitelios simples: constituidos por una sola capa de células, todas las células contactan con la lámina basal y también forman la superficie libre del epitelio. Las células pueden ser aplanadas, cúbicas (igual de anchas que de altas) o prismáticas (más altas que anchas).
- Epitelios pseudoestratificados: todas las células contactan con la lámina basal, pero no todas alcanzan la superficie libre del epitelio puesto que unas son más altas que otras. Éste es un epitelio simple con apariencia de estratificado.
- Epitelios estratificados: poseen dos o más capas de células en las que sólo una de las capas contacta con la lámina basal, mientras la capa más superficial forma la superficie libre.
Los epitelios estratificados se clasifican en planos, cúbicos o prismáticos, según la forma de las células.
Disposición celular
Simples Pseudoestratificados Estratificados
Forma celular
Planos Cúbicos Prismáticos o cilíndricos
Epitelios de revestimiento planos: Están formados por células aplanadas a modo de mosaico.
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Epitelio simple plano de un vaso sanguíneo |
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Epitelio estratificado plano del esófago |
Epitelios de revestimiento cúbicos: Están formados por células que suelen ser igual de altas que de anchas.
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Epitelio simple cúbico de un conducto excretor de una glándula. |
Epitelios de revestimiento prismáticos: Están formados por células más altas que anchas.
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Epitelio simple prismático de la vesícula biliar |
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Epitelio estratificado prismático de la uretra |
Epitelios de revestimiento pseudoestratificados: Están formados por células que disponen sus núcleos a distinta altura pero todas las células tienen su membrana citoplasmática en contacto con la lámina basal.
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Epitelio pseudoestratificado ciliado de la tráquea |
Epitelios glandulares
En mayor o menor medida, todas las células vivas son secretoras, pero algunas están especializadas en esta función.
Típicamente una glándula es una asociación grande y compleja de células cuya principal función es la secreción. Pero a veces existen células aisladas o agrupaciones pequeñas de células que se localizan entre los epitelios de revestimiento y que también están especializadas en la secreción. Se habla entonces de glándulas secretoras intraepiteliales que pueden ser unicelulares o multicelulares.
Las glándulas se denominan exocrinas o endocrinas dependiendo del destino de su producto de secreción.
Las glándulas exocrinas liberan sus secreciones a una cavidad interna o al exterior del organismo. Pueden hacerlo directamente, como es el caso de las células caliciformes o el de las células de la superficie secretora del estómago, ambas intraepiteliales, o mediante un conducto excretor que comunica la porción secretora con el epitelio de revestimiento (páncreas exocrino, glandulas sebáceas o sudoríparas).
Glándula exocrina ramificada de los conductos respiratorios del pulmón.
Las glándulas endocrinas no tienen conductos y secretan sus productos, como hormonas y proteínas, al espacio extracelular desde donde pasan al torrente sanguíneo para distribuirse por el resto del organismo (páncreas endocrino, cápsulas suprarrenales...)
Glándula endocrina tiroides donde se aprecian los folículos.
TEJIDOS CONECTIVOS
El tejido conectivo es el principal constituyente del organismo. Se le considera como un tejido de sostén puesto que sostiene y cohesiona a otros tejidos y órganos, sirve de soporte a estructuras del organismo y proteje y aisla a los órganos. Además, todas las sustancias que son absorbidas por los epitelios tienen que pasar por este tejido, que sirve de puente de comunicación entre distintos tejidos y órganos, por lo que generalmente se le considera como el medio interno del organismo.
Bajo el nombre de conectivo se engloban una serie de tejidos heterogéneos pero con características compartidas. Una de estas características es la presencia de células embebidas en una abundante matriz extracelular, la cual representa una combinación de fibras colágenas y elásticas y de una sustancia fundamental rica en proteoglucanos y glucosamicoglucanos.
Las características de la matriz extracelular son precisamente las responsables de las propiedades mecánicas, estructurales y bioquímicas del tejido conectivo.
Tejido conjuntivo
En el tejido conjuntivo, o conectivo propiamente dicho, nos encontramos distintos tipos de células embebidas en una matriz extracelular más o menos abundante.
Las células principales son los fibroblastos, cuya función es elaborar los precursores o los componentes de la matriz extracelular.
Al microscopio óptico, el fibroblasto se observa como una célula alargada (fusiforme), estrellada, con un núcleo ovoide que presenta uno o dos nucleolos y con un citoplasma generalmente poco visible.
Fibroblastos
Células procedentes de otros tejidos del organismo, principalmente de la sangre, pueden encontrarse en el tejido conectivo, entremezcladas con los fibroblastos. Éstas pueden ser: mastocitos, macrófagos, células plasmáticas o cualquier tipo de linfocito
De acuerdo con la proporción y características de la matriz extracelular y de las células que componen los tejidos conectivos propiamente dichos podemos encontrarnos distintas variedades.
Se distinguen principalmente dos tipos de tejido conjuntivo:
- Tejido conjuntivo laxo: predominan las fibras de elastina, lo que le proporciona flexibilidad. Es el tejido base sobre el que se asientan los epitelios. Se encuentra principalmente en la dermis y rodeando a los vasos sanguíneos.
Tejido conjuntivo laxo de ratón
- Tejido conjuntivo fibroso: rico en fibras de colágeno, lo que confiere resistencia mecánica.
Forma las cuerdas vocales, los tendones y los ligamentos.
Tejido conjuntivo denso de un tendón
Tejido adiposo
Es un tejido en el que se almacenan reservas de lípidos.
En los vertebrados, además de su función de reserva, actúa como protector de órganos, como el hígado o el riñón, y como aislante térmico, formando el panículo adiposo de la piel. También se encuentra en la médula ósea amarilla.
Las células características de este tejido son los adipocitos, cuyo citoplasma se encuentra ocupado, casi totalmente, por una gran vesícula en la que se acumulan grasas.
La sustancia intercelular es muy escasa.
Tejido adiposo blanco de ratón
Algunos autores consideran el tejido adiposo como una variedad del tejido conjuntivo laxo.
Tejido cartilaginoso
Su principal función es servir de sostén en las superficies articulares, formando parte del esqueleto en aquellos lugares donde no existen los huesos o no se han formado todavía, como los discos invertebrales, el pabellón auditivo y parte del esqueleto de la nariz.
Cartílago en las articulaciones
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Discos invertebrales
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En los peces condrictios, como las rayas y tiburones, es el principal constituyente del esqueleto, así como en los embriones de los vertebrados
Sus células se llaman condrocitos y se disponen en lagunas en el seno de una abundante sustancia intercelular constituida por fibras, que proporciona consistencia y flexibilidad al tejido.
Carece de vasos sanguíneos y nervios
Cartílago hialino de ratón
Tejido óseo
Es el principal tejido de sostén de los mayor parte de los vertebrados, formando los huesos de su esqueleto.
Además interviene en la regulación del calcio del organismo y contiene las células madre formadoras de las células sanguíneas.
La sustancia intercelular de este tejido es sólida, rica en fibras de colágeno que proporcionan elasticidad, y sales minerales, principalmente fosfato y cabonato cálcico, que confiere dureza y fragilidad al hueso.
Las principales células de este tejido se denominan osteocitos, tienen aspecto estrellado y se sitúan en cavidades o lagunas óseas de la matriz, que se comunican entre ellas por medio de unos finos canales denominados conductos calcóforos. A través de ellos se producen los intercambios entre los osteocitos y la sangre.
Osteocito
Los huesos se rodean de una capa de tejido conjuntivo fibroso, denominado periostio donde se insertan los tendones y los ligamentos.
Se distinguen dos variedades de tejido óseo:
- Tejido óseo compacto: está formado por laminillas de sustancia intercelular dispuestas en capas concéntricas alrededor de unos tubos, denominado conductos o canales de Havers, por donde pasan vasos sanguíneos y nervios.
Este tejido se localiza en la parte externa de los huesos planos y en la diáfisis de los huesos largos
Tejido óseo compacto
- Tejido óseo esponjoso: constituido por una trama de láminas entrecruzadas que dejan numerosas cavidades rellenas de médula ósea roja, tejido formador de las células sanguíneas.
Este tejido se encuentra en el interior de los extremos de los huesos largos (epífisis) y en el interior de los cortos y planos.
Tejido sanguíneo
La sangre es un tipo especializado de tejido conectivo compuesto de células, fragmentos celulares y una matriz extracelular líquida denominada plasma sanguíneo.
El plasma sanguíneo es el componente fluido de la sangre y representa más de la mitad del volumen sanguíneo. Está formado por multitud de moléculas, desde iones hasta proteínas voluminosas. Es el principal medio de transporte de nutrientes y productos de desecho.
La sangre se encuentra en el interior de los vasos sanguíneos y el corazón, y circula por todo el organismo impulsada por el corazón y por los movimientos corporales.
Entre sus principales funciones está la de transportar nutrientes y oxígeno desde el aparato digestivo y los pulmones, respectivamente, al resto de las células del organismo. También se encarga de llevar productos de desecho desde las células hasta el riñón y los pulmones, y de mantener homogéneamente la temperatura corporal.
Entre sus células se encuentran las que forman el sistema inmunitario, que utilizan el torrente sanguíneo y la red de vasos sanguíneos para viajar a cualquier parte del organismo y defendernos frente a las enfermedades.
Las células sanguíneas se clasifican en dos tipos:
- Eritrocitos, hematíes o glóbulos rojos
- Leucocitos o glóbulos blancos. Los leucocitos se dividen a su vez en:
Granulares: neutrófilos, basófilos y eosinófilos
Agranulares: linfocitos y monocitos.
La sangre también contiene fragmentos celulares denominados plaquetas o tombocitos
Células que componen la sangre de los humanos