SERIES DE ROCAS METAMÓRFICAS
SERIE ARCILLOSA O PELÍTICA

Las pizarras son rocas originadas por metamorfismo
regional, a base de rocas sedimentarias arcillosas. Son de color negro
azulado y grano muy fino. Su textura es esquistosa y se puede dividir
fácilmente en hojas delgadas y planas. Determinados tipos de
pizarra negra tiene utilidad en la construcción (preferentemente
como teja); también eran utilizadas antiguamente como tableros
de escritura en las aulas. Se distinguen según su estructura
las pizarras arcillosas , bituminosas , micáceas y cristalinas, entre otras.
El término pizarras usado clásicamente
en la geología española se refiere a un tipo de esquistos
que pueden tener fósiles. Esta particularidad la distingue de
los esquistos no fosilíferos. Se llaman pizarras porque se utilizan
para hacer unas tablillas o pizarras que en el siglo pasado y principios
del actual se empleaban en las escuelas para escribir sobre ellas. Petrológicamente
se debe usar el término esquistos para las rocas metamórficas
que presentan esquistosidad. Los esquistos son muy variados y se clasifican
por la presencia de minerales del grupo de las micas. Los esquistos
arcillosos arcillosos equivaldrían al término "pizarra"
y los de grano más grueso, a los filadios o filitas.
Las filitas son rocas metamórficas de características intermedias
entre las pizarras y los esquistos micáceos. Son de color gris,
negro o plateado, caracterizados por un brillo sedoso, debido a la presencia
de pequeñísimas laminillas de mica y clorita. En realidad,
son muy similares a las pizarras, pero se diferencian de estos en que
surgen por metamorfismo regional muy profundo. Las variedades de filitas
se nombran según el mineral dominante: filitas cuarcíferos,
feldespáticos, biotíticos, granatíferos, grafíticos...
Los esquistos, del griego scrhistós (dividido), son cualquiera de las rocas originadas por metamorfismo
regional que presente estructura laminar, y aspecto pizarroso y homogéneo;
especialmente aquellos cuyas superficies de exfoliación poseen
brillos satinados. Contienen minerales en granos grandes y muchos otros
micáceos (a la orientación de las micas se debe su brillo
satinado), todos ellos distribuidos microscópicamente mediante
alineaciones diferenciadas.
Dentro del metamorfismo regional, los esquistos son
el tipo de rocas más comunes y extendidas. Según la intensidad
del metamorfismo y los minerales que intervienen, se distinguen: esquistos arcillosos , arenáceos , ambibolíticos, cloríticos, micáceos, moteados, talcosos, verdes y bituminosos.
Esquistos arcillosos
Los esquistos arcillosos se originan a
partir de arcillas, por metamorfismo regional de baja intensidad.
Se diferencia en su composición de la roca original, en que
posee un mayor contenido en moscovita. Se componen principalmente
de cuarzo, sericita (la sericita es un nombre que se aplica a la moscovita
muy finamente cristalizada) y minerales de la arcilla. Equivalen a
las pizarras en sentido amplio.
Esquistos arenáceos
Los esquistos arenáceos se originan
a partir de areniscas ricas en feldespatos, por metamorfismo regional
de baja intensidad. Por el bajo contenido en minerales micáceos
presentan generalmente escasa esquistosidad.
Esquistos cloríticos
Los esquistos cloríticos se originan
a partir de rocas básicas por dinamometamorfismo. Se diferencian
de otras rocas similares cuya formación ha sido por metamorfismo
regional, en que sus yacimientos se muestran asociados a fallas, y
también en que suelen aparecer restos de la roca original de
la que surgieron.
Esquistos micáceos
Los esquistos micáceos son muy frecuentes.
Se originan a partir de arcillas, cuarzos, feldespatos, biotitas y
moscovitas, por metamorfismo regional intenso. Cuando el metamorfismo
es aún más intenso se originan los esquistos micáceos gneisicos , debido a la disminución progresiva
de los minerales micáceos y aumento de minerales de hábito
prismático o tabular. En los esquistos micáceos, los
minerales se orientan paralelamente y recubren la superficie de los
planos de esquistosidad. Otras formas de esquistos micáceos
menos frecuentes son los granatíferos ( granate ), originados a partir de cristales de clorita; y tremolíticos ( tremolita ), que se forman a partir de la dolomita que ya existía en la roca arcillosa.
Esquistos moteados (pizarras mosqueadas)
Los esquistos moteados se originan a partir
de esquistos arcillosos por metamorfismo de contacto. Se forman en
la zona externa de la aureola de contacto y se caracterizan por la
presencia de pequeñas manchas oscuras de andalucita y cordierita
. A partir de los restos orgánicos de la roca original se puede
formar grafito.
Esquistos verdes
Los esquistos verdes se originan a partir
de rocas ígneas básicas y ultrabásicas, o algunas
de tipo sedimentario como grauvacas y calizas,
por metamorfismo regional a temperaturas casi siempre bajas. Presentan
colores entre verde claro y negro, dependiendo de la proporción
de los minerales que contienen, los cuales son generalmente tremolita, talco, clorita, serpentina y epidota .
Esquistos bituminosos
Contienen
hidrocarburos. Este tipo de esquistos suele conservar fósiles
de graptolites y trilobites que se suelen encontrar entre los planos
de exfoliación, cosa que no ocurre en ningún otro tipo
de roca metamórfica (exceptuando las cuarcitas).
Las micacitas son rocas
compuestas fundamentalmente por moscovita, biotita o ambas; el cuarzo
es un componente esencial. Muchos otros minerales accesorios suelen
aparecer en los micacitas, por ejemplo, granate, estaurolita, andalucita,
etc. El tamaño de las micas varía entre 0,5 mm y 1cm,
y siempre son visibles a simple.
Lo que distingue a una micacita de un gneis no es su
composición mineralógica, a pesar de que los gneises son
en general más ricos en feldespato, sino el tipo de fracturación.
Ésta es más grosera y difícil en los gneises y
en cambio es delgada y fácil en los micasquistos, debido a su
mayor esquistosidad.
Los gneises son rocas originadas por metamorfismo
regional muy intenso, y de composición similar a los granitos
y otras rocas feldespáticas (la proporción de minerales
ferromagnésicos es mínima). Pueden derivar de rocas ígneas
hipersilíceas o mesosilíceas, por metamorfismo dinámico
o general (ortogneises) o bien de sedimentos arcillosos o arenosos,
también por metamorfismo general (paragneises).
Roca de textura granoblástica, cuyo componente
esencial y siempre presente es un feldespato. El tamaño de grano
puede variar entre 1 y 15 mm para los feldespatos; el cuarzo casi siempre
está presente en granos de magnitud similar o más pequeños
que el feldespato. Se caracterizan por tener los cristales de mica dispuestos
en bandas más o menos paralelas (foliación), y una esquistosidad
mal definida.
Los accesorios comunes son moscovita (gneis moscovítico),
biotita (gneis biotítico), ambas micas (gneis de dos micas),
o anfíbol (gneis anfibólico). Si presentan cristales feldespáticos
o cuarzos de gran tamaño, se denominan gneises glandulares o más corrientemente gneises de ojo de sapo (gneises ollo de sapo) . Las formaciones de gneises pueden consistir
en grandes macizos, como ocurre con los batolitos graníticos.
SERIE ARENOSA O SILÍCEA
Las cuarcitas son rocas originadas por metamorfismo
regional (de cualquier grado ya que el cuarzo es estable) o de contacto,
a partir de cuarzos de rocas sedimentarias arenáceas más
o menos puras (ortocuarcitas, grauvacas, ortosa), de limolitas ricas
en cuarzo, de arcillitas y de sílex. Pueden derivar también
de conglomerados y de rocas magmáticas como aplitas y pegmatitas
Presentan textura granuda y color gris o blanco. Presentan
también otros minerales secundarios muy variados, y en base a
ello las cuarcitas se distinguen en: micáceas, feldespáticas, aluminosas, granatíferas, cloríticas y actinolíticas.
(ver serie arcillosa)
(ver serie Gabro-diorítica)
SERIE CARBONATADA y CALCOPELÍTICA
Los mármoles son rocas de grano fino
o grueso compuestas por calcita y dolomita, originadas a partir de rocas
calizas sedimentarias por metamorfismo regional o de contacto.
Son de textura compacta y cristalina, y contienen generalmente
sustancias que le aportan colores diversos, manchas o vetas. La roca
puede ser bandeada con alternancias de color y de tamaño de grano
o maciza con textura sacaroide (similar a granos de azúcar);
en este último caso la roca puede ser clasificada como un mármol.
Son susceptibles de pulir, presentando gran atractivo que le hacen muy
estimadas en la construcción y ornamentación.
La principal característica para su reconocimiento
es su reacción con el ácido clorhídrico y que se
rayan fácilmente con cualquier objeto metálico, lo que
permite distinguirlas de las cuarcitas, que son rocas fundamentalmente
constituidas por cuarzo.
Derivan de rocas carbonatadas impuras (margas calcáreas
o dolomíticas).
(ver otras rocas metamórficas)
(ver serie Gabro-diorítica)
(ver serie Gabro-diorítica)
SERIE GABRO-DIORÍTICA
Roca de color verde claro, a veces amarillento o azulado.
Pueden derivar de rocas igneas hipersilíceas (gabro) o mesosilíceas
(lavas basálticas), por metamorfismo dinámico o regional
o bien de sedimentos arcillosos o arenosos, también por metamorfismo
general.
Se designa con este nombre a un grupo amplio de rocas
metamórficas duras y tenaces, de color verde oscuro.cuyo componente
esencial es un anfíbol. Pueden derivarse de rocas igneas básicas
(gabros, dioritas, diabasa, basaltos) o de rocas sedimentarias (calizas
o dolomías arcillosas y margas). Las anfibolitas más comunes
tienen como minerales integrantes hornblenda, plagioclasa y cuarzo.
La roca puede mostrar un bandeado alternado de capas verde oscuro, casi
negras, muy ricas en anfíbol y otras más claras donde
domina la plagioclasa y el cuarzo.
Son poco abundantes que representan el producto de
un metamorfismo general muy profundo, con presiones y temperaturas muy
elevadas.
Son rocas muy densas formadas a temperatura moderada
y presión de carga elevadísima. Proceden de lavas basálticas
o de gabros en zonas de subducción a baja temperatura o bien
por metamorfismo regional. Suelen encontrarse asociadas a zonas de compresión
entre placas (Alpes, Japón,...).
OTRAS ROCAS METAMÓRFICAS
Son rocas masivas y compactas que se localizan en la
zona interna de una aureola de contacto. Pueden derivarse de cualquier
tipo de roca y su aspecto y composición mineralógica puede
variar notablemente. Suelen presentar colores claros, con difuminados
de color rosa, pardo, violeta o verde.
MILONITAS y CATACLASTITAS
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Se originan en los planos de falla.
Rocas metamórficas que han sufrido una fusión
parcial de algunos de sus minerales. Constituyen el límite con
las rocas magmáticas.
Se forman a partir de rocas eruptivas ultrabásicas
(peridotitas), por metamorfismo regional, del olivino y piroxenos rómbicos
(serpentinización). Son rocas masivas de color verde más o menos
oscuro a negro con veteadura característica.
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